Las estructuras más antiguas del castillo de San Juan o de Blanes se remontan a los siglos XI y XII, y nace ya en esta época para tener un control efectivo del territorio y un lugar de protección frente a las incursiones marítimas de los piratas. Fue atacado por el rey de Francia Felipe el Atrevido en 1285 y por tropas genoveses en 1332, conflictos que causaron muchos daños tanto a la fortaleza como la villa, por lo que se hicieron grandes reformas durante la segunda mitad del siglo XIV. Entre los siglos XVI y XVIII el castillo entró en un periodo de decadencia y abandono que se prolongó hasta la actual restauración, iniciada a mediados del siglo XX.