Torre de vigilancia, ya documentada en el año 1382. Formaría parte de una fortificación medieval —siendo su único vestigio—, cuya función era la defensa del nuevo núcleo de Vilanova de Palafolls.
Los restos actualmente visibles corresponden, en gran parte, a una construcción moderna asentada sobre las ruinas de una torre medieval. El paramento es de piedra mediana, bastante irregular y sin trabajar, mezclada con fragmentos de ladrillo y mortero de cal. El muro fue recrecido con ladrillo y provisto de aspilleras durante la Guerra Civil española.
Esta torre formaba parte de la línea fortificada que se extendía desde el río Tordera, con el castillo de Sant Joan de Blanes, pasando por la torre de Can Toni Joan, hasta casi llegar a Calella, incluyendo Santa Susanna y Pineda. A lo largo de los años ha sido testigo de numerosos episodios y conflictos bélicos.
En el siglo XVII, sus habitantes la utilizaron como batería costera para defenderse de las incursiones de corsarios, y en 1796 quedó muy dañada tras el ataque de la armada francesa. Durante la Guerra Civil, entre 1936 y 1939, se empleó como nido de ametralladoras del ejército republicano. Hoy en día todavía se conservan las terrazas donde se colocaban estas armas defensivas.