Este pozo de hielo con cubierta es el más grande de Cataluña. Su primera referencia documental es de mediados del siglo XVII, cuando era propiedad de Miquel Buscastell. Dentro del pozo se depositaba el hielo obtenido durante el invierno en balsas próximas, que se alternaba con capas de ramas o plantas para favorecer su conservación. La mayor parte del hielo de Buscastell se vendía en Girona, pero también se distribuía en Barcelona y, desde allí, hacia Mallorca. El Taller d’Història de Maçanet inició su restauración en 1997. En el caso del pozo de hielo de Can Villà, también de Maçanet, se tiene constancia de la concesión del vizconde de Cabrera Guillem Ramon de Montcada para recoger el hielo del estanque de Sils a partir del año 1660.