Las primeras noticias históricas de la parroquia de Santa Maria de Vidreres se remontan al siglo XI. Unos siglos después, en el documento Constitucions dels castells (‘Constituciones de los castillos’) del año 1358, esta parroquia se cita como posesión de los vizcondes de Cabrera junto con el castillo de Sant Iscle, edificio militar que formaba parte del vizcondado y dominaba el término de Vidreres desde su construcción en el siglo XII. Los patrones de la villa, venerados hoy día en una capilla lateral del templo parroquial, son san Acisclo (sant Iscle, en catalán) y santa Victoria, ya que en la Edad Media las reliquias del santo habían sido depositadas en la capilla del castillo. La actual iglesia de Santa Maria es fruto de la gran reforma arquitectónica que se realizó a finales del siglo XVIII, de estilo barroco neoclásico.