El Castillo de Sant Joan se documenta por vez primera en el año 1041 en una donación de los vizcondes Guerau y Ermessenda (el matrimonio fundador del vizcondado de Cabrera) a Sicardis, señora de Lloret y hermana de Ermessenda. En el siglo XII, el castillo pasó a ser señoreado por los canónigos de la catedral de Girona y formó parte de sus dominios hasta inicios del siglo XIX. A partir de la segunda mitad del siglo XVII, la actividad del castillo disminuyó y al final solo se utilizaba como punto de vigilancia la torre maestra, que en 1805 fue prácticamente destruida por la armada británica. El castillo cayó en el olvido hasta que en 1965 se inició su proceso de recuperación.
Recreació digital