El primer registro de esta iglesia aparece en una bula del papa Benedicto VI del año 974 a favor del monasterio de Sant Pere de Rodes. El edificio actual es, en gran parte, el resultado de una reforma gótica del siglo XVI.
La iglesia está formada por una única nave con un ábside semicircular y el campanario de torre cuadrada, situado sobre la cubierta. Este cuenta con dos ventanales y está coronado por almenas de época posterior. La puerta es cuadrangular y presenta un frontispicio gótico sencillo.
Para reforzar su estructura, el edificio cuenta con una serie de robustos y macizos contrafuertes. En su fachada norte encontramos seis de ellos, dos de los cuales quedan parcialmente ocultos por las capillas laterales, mientras que en su lado sur solo hay tres.
Hasta 1936, año en que fue destruido, la iglesia conservaba un retablo de finales del siglo XVI de estilo gótico tardío, con el descendimiento de la cruz flanqueado por san Sebastián y san Roque.
Junto a la iglesia encontramos el cementerio y un conjuratorio cuadrangular, una construcción tradicional desde la que, antiguamente, los sacerdotes bendecían los campos y conjuraran las tormentas. En la parte posterior del edificio está la rectoría.